Viajar a otro país suele describirse como una experiencia inolvidable e “imperdible”. Pero ¿qué pasa con vivir y trabajar en el extranjero?, ¿ofrece algo más que recuerdos?, ¿el hecho de salir del entorno habitual puede realmente ampliar las perspectivas o afinar los conocimientos especializados en un determinado ámbito?
Hitachi Global Air Power cree que la respuesta es un sí rotundo y abre la puerta a esa misma oportunidad para muchos de sus empleados. Como empresa mundial que se apoya en la innovación con una cultura de mejora continua, ofrecer amplias oportunidades de desarrollo es un paso clave hacia una fuerza laboral sólida. Más allá del crecimiento personal profundo y los vínculos duraderos, la capacitación internacional puede afinar las destrezas técnicas, mejorar la colaboración y traducirse en resultados empresariales más sólidos. También ayuda a desarrollar soluciones que reflejen las necesidades de diversos mercados, garantizando que los productos sean competitivos, confiables y con visión de futuro.
Como una de sus muchas iniciativas para mejorar la innovación y el desarrollo profesional, Hitachi Global Air Power ha organizado intercambios internacionales entre sus instalaciones en Japón y los Estados Unidos durante varios años. Este programa de capacitación permite a los miembros de equipos de ambos países trabajar más allá de las fronteras y entrar de lleno en nuevos entornos culturales y técnicos.
Los participantes de instalaciones en Japón y los Estados Unidos se mudan durante seis meses a un año. Trabajan en plantas u oficinas en lugares como tales Michigan City (Indiana), Chicago (Illinois), así como en la prefectura de Shizuoka, la prefectura de Chiba y otras áreas en Japón.
“Este programa es una inversión estratégica, no solo en nuestro personal, sino también en la innovación y la calidad que ofrecemos a nuestros clientes en todo el mundo”, afirma Tom Poczekay, vicepresidente de ingeniería. “Esto nos permite intercambiar mejores prácticas y mantenernos competitivos en un mercado en constante cambio”.
El programa se lanzó inicialmente para los departamentos de ingeniería y se centró en el desarrollo de productos y procesos de fabricación para clientes internacionales. A la fecha, el programa se ha abierto a ingenieros de calidad, de mejora continua y de fabricación, con posibilidades de ampliación a otros departamentos para continuar fortaleciendo las capacidades mundiales en toda la organización.
Para postularse en el programa de capacitación de Estados Unidos a Japón, el proceso comienza con una convocatoria a los departamentos participantes dentro de la empresa. Después de enviarse las postulaciones, se realizan entrevistas para explorar las metas de los candidatos para el programa, las áreas de proyectos preferidas, las destrezas y los antecedentes pertinentes. Conversaciones adicionales también ayudan a preparar a los candidatos elegibles para vivir en el extranjero. La aceptación en el programa depende de varios factores, tales como la cantidad de cupos disponibles en cada sitio de capacitación, la armonización entre las metas del empleado y las opciones que ofrece el programa, y la capacidad general del programa.
La experiencia internacional es profundamente transformadora a nivel personal. Incluso los detalles pequeños, tales las compras de víveres, el uso de electrodomésticos (adiós a los íconos reconocibles) o la comprensión de los gestos y el lenguaje corporal locales, pueden resultar desconocidos en otro país y requieren un aprendizaje rápido y adaptativo. Las dificultades y los éxitos que surgen con las nuevas situaciones, junto con las diferencias lingüísticas y culturales, ponen a prueba y fortalecen destrezas interpersonales deseadas, tales como la flexibilidad, la determinación, la adaptabilidad y la resiliencia. Estos rasgos son difíciles de enseñar, ya que a menudo deben aprenderse a través de la experiencia, pero ofrecen una poderosa ventaja en la fuerza laboral mundial actual.
Desarrollar destrezas en el extranjero también conlleva claras ventajas profesionales, tanto para el individuo como para la organización. A medida que los participantes del programa entran de lleno en nuevas instalaciones y culturas, adquieren una exposición a diferentes expectativas de los clientes, a nuevos enfoques técnicos, al igual que a operaciones y prácticas empresariales. Por ejemplo, los ingenieros que trabajan en el extranjero pueden enfrentarse a herramientas o procesos diferentes a los que están acostumbrados. Aprender y adaptarse a estas diferencias los desafía a pensar creativamente, resolver problemas de nuevas maneras y, en última instancia, profundizar sus capacidades de resolución de problemas técnicos; son destrezas que impulsan la innovación cuando se aplican en todos los cargos y proyectos.
Esta mayor sensibilización y el intercambio de conocimientos fluyen en ambas direcciones, ayudando a los equipos a adoptar las mejores prácticas y mejorar la calidad del producto. Los resultados son expansivos, con más empleados con mentalidad mundial y una ventaja competitiva más fuerte en todos los mercados.
El verdadero impacto del programa de capacitación se entiende mejor a través de las voces de quienes lo experimentaron y de quienes lo experimentan ahora. Los ingenieros de Hitachi Global Air Power provenientes de Japón que ahora residen en los Estados Unidos describen su experiencia en el programa como transformadora, tanto a nivel profesional como personal.
Naohiro Ota, actual participante y quien está por primera vez en los Estados Unidos, afirma que el beneficio más importante para él es poder conocer personalmente a muchos miembros locales, lo que ayuda a superar la distancia entre los equipos de Japón y Estados Unidos. Koki Nakamura es otro participante del área de ingeniería con la meta personal de mejorar sus destrezas de conversación en inglés. Agrega que adquirir experiencia de primera mano con clientes norteamericanos le permite “aplicar estos conocimientos al desarrollo de futuros productos” y crear “la capacidad de relacionarse con una variedad de personas”. Kento Goda también se está capacitando en los Estados Unidos y ve el programa como una oportunidad para ampliar su perspectiva más allá de su planta local, con el objetivo de convertirse en un ingeniero capaz de diseñar productos para un mercado verdaderamente mundial. Muchos participantes del programa también aprovechan al máximo su tiempo libre, viajando y explorando los Estados Unidos mientras forjan vínculos más sólidos.
Mientras los participantes actuales continúan aprendiendo y adaptándose, antiguos participantes del programa en los Estados Unidos compartieron la forma en que su estancia en Japón continúa influyendo en sus carreras profesionales.
El diseñador sénior Christopher Sholtis se unió al programa con el deseo de avanzar en su carrera profesional y debido a una afinidad por la cultura japonesa. Valoró la oportunidad de entrar de lleno en un entorno diferente, compartiendo técnicas mientras aprendía nuevos procesos. Más allá del intercambio técnico, el diseñador sénior Hadi Allameh reflexionó cómo la manera de forjar relaciones y aceptar las diferencias culturales le brindaron “una comprensión profunda del negocio” y una visión más amplia del impacto de Hitachi en todo el mundo. Ahora motiva a otros a postularse al programa. El ingeniero mecánico intermedio Jonathan Heins lo describió como una “experiencia inolvidable” que profundizó su comprensión de las operaciones mundiales de Hitachi y fortaleció su mentalidad sobre el trabajo en equipo y la responsabilidad. Al regresar, Jonathan se inspiró para unirse a las nuevas clases de idioma japonés impartidas por la empresa, continuando así su jornada de aprendizaje.
Las empresas crecen cuando su personal está empoderado para crecer también. En Hitachi Global Air Power, invertir en talento en diversas áreas es un pilar fundamental a medida que la organización amplía su presencia mundial. Esta inversión refleja la prioridad de la empresa de satisfacer las necesidades de los clientes en todo el mundo con mayores conocimientos especializados, agilidad y atención.
A través del programa de capacitación internacional, los participantes del programa tanto actuales como antiguos tienen la oportunidad de generar un gran impacto, no solo en los equipos a los que se unen en el extranjero, sino también en sus equipos locales cuando regresan. Al superar las distancias geográficas y culturales, este tipo de programa ayuda a fortalecer la colaboración, apoya la mejora continua y fomenta la innovación, llevando la excelencia del producto al siguiente nivel.
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